ICTUS
Es una de las patologías neurológicas más frecuentes y que tiene un mayor impacto en la población. Para hacernos una idea en España se produce un ictus cada 6 minutos.
Artículo escrito por Albert Masjoan Llagostera
Fisioterapeuta. Casa de Repòs
El ictus es una de las principales causas de muerte y discapacidad por la que su detección y tratamiento precoz son fundamentales. Por eso es muy importante actuar rápidamente para llevar a la persona delante de un médico.
¿Pero que es el ictus?
El ictus es un trastorno neurológico agudo a consecuencia de un problema circulatorio en el cerebro que se inicia de forma brusca.
De forma general lo podemos clasificar en dos categorías:
•Isquémicos:
En los ictus isquémicos se produce una interrupción o descenso del flujo sanguíneo en el cerebro, como consecuencia se ve reducido el aporte sanguíneo y de glucosa en el área cerebral afectada lo que produce una zona de infarto. Existen dos mecanismos por los que ocurre este ictus isquémico: por trombosis (se obstruye la circulación por placas arterioescleróticas en las paredes arteriales) o por embolia (oclusión de un vaso sanguíneo debido a un émbolo o coágulo originado en otro punto del sistema vascular).
•Hemorrágicos:
En este caso, se produce una extravasación sanguina, dentro del parénquima cerebral o entre parénquima y las capas meninges provocando un desplazamiento de las estructuras cerebrales. En el primer caso el derrame sanguíneo se produce en el interior del cerebro, y en el segundo se produce en el espacio en medio de la piamadre y la aracnoidea. Generalmente, los Ictus hemorrágicos se deben a la ruptura de un aneurisma (dilatación o bombeo de una de las paredes de un vaso sanguíneo).
Después de un ictus, las manifestaciones cognitivas serán distintas dependiendo del territorio vascular afectado.
No es lo mismo tener un ictus en el área de la arteria cerebral anterior que la arteria cerebral posterior o sus ramificaciones.
Prevención
Un adecuado control y tratamiento de los factores de riesgo vascular, tales como la hipertensión arterial, diabetes, exceso de colesterol o la obesidad. Así como dejar de lado los malos hábitos como el tabaquismo, pueden prevenir 9 de cada 10 ictus.
Aunque existen otros factores de riesgo que no pueden modificarse como la edad avanzada o la historia familiar, es necesario y recomendable llevar una vida saludable para prevenirlo. También los pacientes con demencia tienen un riesgo aumentado al sufrir un ictus a consecuencia de la edad avanzada y que en muchas ocasiones presentan factores de riesgo vascular.
Por eso debemos estar alertas ante posibles síntomas de alarma de un ictus para poder actuar precozmente y sobre todo fomentar un estilo de vida saludable, sin olvidar el ejercicio físico o en su caso recurrir a la fisioterapia para ayudar a estimular la movilidad, la marcha y prevenir el impacto que estos factores de riesgo pueden acarrear sobre la salud vascular del cerebro.
Síntomas y signos de alarma en un ictus:
• Disminución de la conciencia, confusión, fuerte dolor de cabeza espontáneo.
• Pérdida del habla.
• Pérdida de la fuerza o parálisis de una extremidad o un hemicuerpo.
• Pérdida del equilibrio y coordinación.
• Pérdida de la visión de uno o ambos ojos.
• Desviación de la comisura bucal.